Lo rural, ni moda ni necesidad

Si hace unos años se miraba lo rural como una opción recreativa, como un destino de relax turístico y reencuentro con la Naturaleza, hoy se observa como una opción personal y, en muchos casos, como una salida casi desesperada de un entorno urbano que cada vez ofrece menos oportunidades laborales y profesionales.
Están surgiendo tendencias como el Woofing (World Wide Opportunities on Organic Farms), es decir, una persona pro-rural se ofrece a trabajar como voluntario en granjas ecológicas a cambio de alojamiento y comida, tal y como explica el bloguero de El País, Alfonso Polvorinos (@ecoturista), en este post. Ir a una zona rural, sea por ocio o como modelo de vida, es más que nunca motivo para estar orgulloso -hasta el punto de que hay destinos de turismo rural en los que se está generalizando la moda del Shoefiti (colgar las zapatillas en un lugar bien visible para dejar constancia de que se ha estado allí).

El medio rural sigue ofreciendo hoy oportunidades

Pero el medio rural no se queda, ni se puede quedar, en un espacio donde ocasionalmente acudir para la evasión, para la tranquilidad. Todos conocemos la apabullante tendencia migratoria que está lanzando a muchos jóvenes y familias enteras a buscar trabajo fuera de nuestras fronteras. Pero ni hay sitio para todos los que estamos desempleados en los destinos laborales de referencia (Alemania, Holanda...) ni todos estamos dispuestos a trabajar a costa de lo que sea  -y los destinos laborales raras veces ofrecen puestos cualificados para los emigrantes-.
Según el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía, el medio rural andaluz alberga bastantes oportunidades de desarrollo:

1. El aumento de la renta a través de la diversificación económica.
2. El crecimiento del turismo rural fuera de temporada y de nuevas formas de turismo (turismo activo, cultural, etc.).
3. El crecimiento de la economía social para potenciar los productos locales, con alto valor añadido.
4. El progresivo aumento del acceso a banda ancha en los núcleos rurales medianos y pequeños.
5. La progresiva implantación del autoempleo en las zonas rurales, de forma creciente en mujeres y jóvenes, lo que favorece la aparición de nuevas actividades y servicios cualificados en el medio rural.
6. La creciente demanda urbana de bienes producidos en zonas rurales.
7. El potencial de rejuvenecimiento social vía neorrurales o inmigrantes.

Estar de moda está bien, puede ser beneficioso por un tiempo. Recurrir a algo por necesidad, es una opción, pero igualmente temporal. Por tanto, ¿no es hora de empezar a pensar en el medio rural como un espacio lleno de oportunidades?