Calendario motivador 2013 (Slideshare de Javier Prieto).
La palabra emprendimiento se ha hecho un hueco importante en los contenidos de los medios de comunicación, en los discursos de los políticos, en las jornadas y eventos de las administraciones, asociaciones e instituciones... Y eso que, bajo mi punto de vista, es bastante cacofónica.
La cuestión es que nos estamos acostumbrando a hablar de emprendedores y de emprender, de lo necesario que es encontrar nuestros talentos y saber 'explotarlos' para encontrar nuestro mercado.
Como ya comenté en otro post anterior, no todo el mundo puede ser emprendedor, no todo el mundo está preparado para asumir los riesgos y decepciones que de por sí trae el emprendimiento en muchos momentos, y, evidentemente, tendrá que haber trabajadores por cuenta ajena que cubran las tareas que las pymes surgidas del emprendimiento sean capaces de generar. Pero sólo desde la creación de pymes más o menos solventes será posible salir reforzados de esta crisis.
Por eso creo que el emprendimiento no es ninguna tontería ni una moda pasajera, sino mas bien una nueva actitud social que nos debe llevar a no tener miedo al fracaso, saber aprender de los errores y entender que el éxito empresarial es una carrera de fondo permanente y no la meta.
Vale, hay que emprender, pero ¿en qué y cómo? Somos muchos los emprendedores -rurales o no- que nos encontramos ante la inevitable cuestión de si estaremos haciendo bien. Para tranquilizarnos en algo durante esta fase de nuestra vida profesional, han surgido iniciativas como Emprender en clave Rural (en el Bajo Aragón), EmprendeRural (de Castilla y León) o Emprende Natura, un sitio web donde puedes recibir formación y asesoramiento sobre cómo dar ese paso, qué tipo de negocio emprender y cómo emprenderlo, desde su fábrica de proyectos.